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Un miope en la inopia

Autor: Domingo Varela (con ilustraciones de Miguel Porres)

El libro descrito por su autor

Cuando escribí mi primer relato, allá por 2008, no pensé que aquel manuscrito iba a ser el origen de una afición; afición, luego adicción, por llevar al papel tantas cosas que recordaba, escuchaba, veía o imaginaba. Por cierto, aquel primer relato era un sueño infantil.

Y sabiendo de los caprichos de la mente, me entraron las prisas por recuperar recuerdos y convertirlos en palabras, todo antes de que la memoria, haciendo de las suyas, borrara definitivamente las imágenes. Así nacieron “La caja de herramientas”, “La caja de zapatos”, “Don Ambrosio” o “Cuentos de Navidad”.

Y sí, recuperaba recuerdos, pero había que dejar paso a esas otras vivencias o experiencias que me aportaban amigos o conocidos. Es el caso de “Capitán Cortés”, la “Carta de Goyo a Goyito”, “El limpiador de cabinas”, “El taxi de Villacarrillo” o “Baloncesto”.

Dar el paso —o el salto— a la ficción resultó inevitable. Así se compusieron con letras personajes que bien pudieran ser reales o que, por el contrario, podrían resultar exagerados. Les llegó el turno a “El señor Yota”, al enorme follón de “Lío en la casa de vecinos”, al “Drama azul”, a “El arquitecto del emperador” o a mi relato favorito, “Verónica, la rumana”.

En este repertorio de relatos se contienen, además, fotos con su correspondiente pie: “Coche apartado”, “Cochera”, “Caso rarísimo”... Fotos captadas en lugares muy distintos como Murcia, Úbeda, Aranda, Madrid o Huelva. Se añaden algunas reflexiones, descripciones de personajes, o trazos de algún lugar vivido, conocido —“Escena con pajarito”— o simplemente imaginado.

Esta recopilación tiene una virtud —perdón por la inmodestia— y es la de su brevedad. Son relatos de dos o tres páginas, raramente alguna más, y si no atraen en los primeros cuatro renglones, se olvida, se pasa a otro y santas pascuas.

Me encantaría que el lector disfrutase de los pasajes al menos lo mismo que yo he disfrutado creándolos. Hay un poco de todo, incluidos dos cuentos de niños, y se presentan sin orden ni concierto que es, a fin de cuentas, como se van desarrollando la vida y los pensamientos.

El dibujante y maestro “el Porres” ha enriquecido la mayoría de los textos con su lápiz afilado, de modo que este libro contiene relatos dibujados y otros han pasado a ser dibujos relatados. Cada cual que ponga el acento según sus gustos.

Está dedicado a mis nietos que, dentro de muchos años, podrán conocer a través de estas letras cómo eran los tiempos por los que transitó su abuelo cuando deambulaba por esta orilla.


Los autores

Domingo Varela nació en Madrid, a mediados del siglo pasado. En esta ciudad transcurrió prácticamente toda su vida salvo unos pocos años en los que, como becario, estudió en Alcalá de Henares y en Sevilla. Finalmente terminó sus estudios de agronomía en Madrid.

En su larga vida laboral ha realizado cientos de viajes por toda España, incluida la más profunda. Esto le ha llenado de vivencias, personajes y pensamientos, muchos de los cuales han terminado reflejados en este libro de relatos.

Esta obra es la primera que publica y, dadas ya las fechas en que nos encontramos, casi seguro que también la última. Ya veremos.

Su mujer le regaló dos hijos y estos le obsequiaron dos nietos: Sofía y Leo.

A ellos va dedicado este libro de relatos.

Miguel Porres es dibujante y periodista especializado en diseño gráfico. Sus inicios se producen en la ciudad de Barcelona, donde publica sus dibujos en El Correo Catalán, La Voz del Llobregat y la revista Interviú. En la actualidad colabora en L’Estaca.com, Aquí Madrid, Periodistas en español y la revista digital Andanzas.

 

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